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No existe un periodo de tiempo estipulado para acudir al dentista ya que cada paciente es diferente y tiene unas determinadas necesidades. Lo ideal es acudir con una determinada frecuencia, como mínimo, una vez al año.
Dentro de esta visita anual, las actuaciones básicas del odontólogo serán realizar una exploración generalizada y limpieza dental. Este tipo de actuaciones pondrán en alerta al profesional sobre la aparición de caries y patologías de los tejidos blandos como las encías y las mucosas de la boca (periodontitis, gingivitis e incluso cáncer oral). Si es el paciente quien detecta alguna anomalía, ha de acudir lo antes posible para que el profesional actúe en consecuencia.
No obstante, determinadas personas deberían acudir con mayor frecuencia, debido, fundamentalmente, a sus características especiales, dígase por ejemplo pacientes diabéticos, pacientes trasplantados o con patologías muy específicas, así como pacientes consumidores de determinados fármacos o toxinas (hidantoínas, inmunosupresores, tabaco, alcohol, estupefacientes…), ya que el riesgo en estos pacientes de padecer patologías bucodentarias es muy superior.
De la misma manera, las mujeres gestantes, debido a su estado hormonal, son mas propensas al desarrollo de este tipo de patologías y la periodicidad de acudir a revisión bucodental habría de reducirse a tres meses.
Finalmente, determinados pacientes, seguramente por su condición genética, son mas propensos al desarrollo de patologías bucodentarias y el dentista tiene la responsabilidad de advertir de este riesgo y aconsejarlos en este sentido.

Nansi López Valverde
Coodirectora de Avances en Higiene Bucodental

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